En la foto que os adjunto podréis ver lo que hay debajo de mi cama, no hay mucho, sólo los viejos recuerdos de cuando era pequeño. Lo que más llama la atención es el baúl.
Dentro de él, esta toda mi infancia, algunos de mis juguetes preferidos y otros muchos más. Debo decir que me costó mucho despedirme de mis juegos, ya que cada vez tenía que hacer más tarea, con lo cual me quedaba menos tiempo para jugar, hasta que ya llegó un día que no jugaba. Recuerdo uno de mis juegos preferidos, con una simple caja y tres muñecos (Mickey Mouse, Spiderman y Goliat), hacía una serie de tiros, en el que Mickey se ponía de portero y los otros dos tiraban, o hacía un partido. Otro juego, era con estos anteriores y algunos otros, luchaban entre ellos. También me gustaban los jugar con los coches, los hacía correr; me acuerdo de tener una flota enorme de coches y jugar con ellos desde mi habitación hasta el salón siendo muy ruidoso. Mi preferido era un camión de bomberos, con su escalera y todo. Todos esos juegos y otros muchos se han sustituido actualmente por mi ordenador. Antes dejaba volar mi imaginación con mis muñecos y me entretenía saltando y bailando, ahora solo me centro en los estudios y en el ordenador.
Fuera del baúl, no hay mucho que contar, solo se ven las lamas del somier, la pared lisa y el suelo, también se pueden observar las bonitas sábanas, la colcha y el edredón.
Aunque de pequeños todos creemos que tenemos algo debajo de la cama, que nos aterrorizaba y nos quitaba el sueño, y alguna vez dejábamos encendida una pequeña luz, creyendo que así ahuyentaríamos a la presencia debajo de nuestra cama.